En la última sesión hemos realizado una actividad
en la que teníamos que situarnos en el rol de abogado (a favor) y fiscal (en
contra) en torno a unas propuestas de trabajo dentro del aula con alumnos de
ESO y Bachillerato.
George Grosz - Metrópolis (imagen que nos sugieren ) |
Y ahora, mi reflexión personal en contra de dicha
actividad. Para empezar, no sé muy bien a donde se pretende llegar con dicha
actividad o que objetivos pretende abordar de manera realista. Si bien es
cierto que el análisis y la lectura de imágenes es parte del currículo, pero
quizá la manera no sea la más adecuada. El arte está estrechamente
relacionado con la música, pero crear una especie de cacofonía no me parece lo
más adecuado, yo más bien, si se quiere enfocar mediante esta conexión
música-arte, les pediría que buscarán la banda sonora de dicho cuadro entre
música ya existente (ya sé que se pretende aprender a utilizar las TIC, pero el
resultado en este caso deja mucho que desear).
La actividad piloto realizable en una sola sesión
puede ser más interesante que la parte del proyecto extenso, pero también tiene
diversos peros. En el texto de donde se extrae dicha actividad, el autor crea
una especie de guion con las posibles preguntas que hacerles a los alumnos y
como estos responderían. Me parece un poco ridículo pensar que la respuesta del
alumnado sea tan participativa y correcta, pues lo más seguro es que se te vaya
de las manos, te toreen y algunos alumnos más tímidos se sientan incómodos. Y
la parte final, la de atribuir un sonido al cuadro se plantea asignando un
sonido y un sentimiento a cada alumno, para que después lo realicen entre todos
a la vez. Mi punto de vista es el mismo que en la primera parte, se lo van a tomar
a risa y sin seriedad, no aporta nada concreto y ciertos alumnos van a sentir
cierta presión de grupo. Yo misma preguntaba al resto de mis compañeros si a
ellos mismos les apetecería haber realizado dicha tarea, y no se les veía muy
entusiasmados.
La parte del proyecto más extenso tiene un
problema de raíz, evidentemente su extensión, y se que suena redundante, pero
utilizar 8 sesiones en total (con posibilidad de extenderse en clases más
numerosas) me parece excesivo, pues realmente no van a aprender nada aplicable
al futuro y no creo que sea ni motivador (a la persona que creo dicha actividad
le puede parecer muy estimulante, pero yo, con una edad más cercana a la de los
alumnos de la ESO, me parece bastante pesada). Si se quiere plantear mediante
música, como ya dije, pueden buscar música ya existente, lo cual también supone
un periodo de información y una argumentación por parte de los alumnos, así
como el análisis previo de la imagen (lo que nos permitirá acortar sesiones y
pasar a otros contenidos del currículo). Pero, ¿es necesario plantear la unión
en este caso con la música? Si es interesante, pero no si supone tantas
sesiones, por lo que se pueden hacer lecturas de imágenes que sugieran a posteriori
otro tipo de actividades como fotomontajes, collages, etc...
Hay otros aspectos que creo que no funcionan, que
tienen ya que ver más con la parte metodológica y la evaluación. Incluso el
escritor de dicha actividad sabe que es difícil saber si todos los miembros de
un grupo participan y no tiene una solución muy concreta. Y en cuanto a la
evaluación me falta algún tipo de rúbrica que permita evaluar del 1 al 10 la
nota resultante de dicho mini-proyecto de la manera más objetiva posible (aunque
presupongo que los profesores que lo lleven a cabo si la crearían).
Como conclusión: el trabajo mediante proyectos y
más en una asignatura como la nuestra, Artes Plásticas y Visuales, me parece
imprescindible y necesario, pero múltiples proyectos y dinámicos, no tan
extensos como el que aquí se menciona. Y, por otro lado, la innovación está
bien, pero debería ser más cercana a la realidad y las posibilidades de éxito
mediante su uso (recursos, alumnado, tiempo...).
No hay comentarios:
Publicar un comentario